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Fauna de nuestras sierras

Fauna de nuestras sierras españolas.

Fauna de nuestras sierras

ESPECIES DE CAZA MAYOR

Cabra montés (Capra pyrenaica)

La Capra pyrenaica es una especie endémica de España. Andalucía cuenta con la mayor parte de los efectivos de la subespecie C.p.hispanica, distribuida en cerca del 11% de la superficie del territorio andaluz en más de 30 enclaves (poblaciones). Al ser una especie exclusivamente española, los machos monteses presentan el valor cinegético más elevado de todos los ungulados españoles. Desde la segunda mitad de los años 80 estas poblaciones se han visto afectadas desfavorablemente por cambios ambientales causados por el hombre y por epidemias más o menos bruscas y virulentas de sarna sarcóptica, que ocasionalmente se han traducido en tasas altas de mortalidad.

cabra

Al ser poblaciones que ocupan regiones muy fragmentadas están sometidas a extinciones eventuales, y su probabilidad de persistir dependerá de la capacidad para propagarse y colonizar nuevas manchas.

La cabra montes es una especie adaptada a vivir en zonas rupícolas. Su apariencia física es robusta, con patas más bien cortas, cola roma, orejas cortas, cuello musculoso y ojos ambarinos. El pelaje es pardo o canela en verano, y se oscurece en invierno. Son características las manchas negras de los flancos y las patas, más conspicuas en los machos, y en los ejemplares más viejos. Los machos se diferencian además de las hembras por su mayor corpulencia, por presentar una crin y una barba características, y por poseer cuernos largos, gruesos y nudosos, que en los adultos se retuercen en espiral (los cuernos de las hembras son cortos, cilíndricos, y dirigidos hacia atrás).

Las cabras monteses son gregarias, pero los grupos están poco estructurados y cohesionados. Normalmente la época de celo se extiende entre noviembre y marzo, con un máximo en diciembre. La época de partos tiene lugar entre abril y junio. Las hembras paren una sola cría, aunque en determinadas condiciones favorables pueden parir dos.

Ciervo (Cervus elaphus)

El ciervo es uno de los ungulados más corpulentos que existen en la Península ibérica, pudiendo llegar los machos hasta los 180 kg de peso. Su pelaje es pardo rojizo en verano, y algo más grisáceo en invierno. Es característica la mancha de la grupa, de color crema. Los machos tienen cuerna ósea ramificada que se renueva cada año. El desmogue tiene lugar entre marzo y abril, y la cuerna se completa a finales de junio o julio.

Los ciervos son polígamos y tienen un celo (la “berrea”) que dura tres o cuatro semanas y tiene lugar desde finales de agosto hasta finales de septiembre, aunque no es raro que se prolongue hasta el mes de octubre. Las hembras paren una sola cría durante el mes de mayo y principio de junio.

A lo largo de su distribución los ciervos ocupan medios muy variados. En España es en las zonas de bosque o matorral mediterráneo con amplias áreas adehesadas donde los venados alcanzan sus mayores densidades. Actualmente el ciervo está presente en gran parte de la península ibérica, encontrándose las mayores poblaciones en las grandes fincas de caza de sierra Morena, Montes de Toledo y Extremadura. En Andalucía se distribuye de forma homogénea a lo largo de la Sierra de Huelva, Sierra Norte de Sevilla, Sierra Morena y Sierra de Cazorla, y cuenta con poblaciones relevantes en el Parque Nacional de Doñana y en las Sierras de Cádiz-Málaga. Algunas poblaciones provienen de reintroducciones realizadas a partir de mediados de este siglo, y muchas de ellas están en proceso de expansión, como es el caso de las Sierras de Baza y Filabres.

ciervo

El efecto más dramático del crecimiento desmesurado que han experimentado las poblaciones de ciervo en durante las últimas décadas del siglo XX ha sido un sobrepastoreo de la vegetación y el deterioro del hábitat en un porcentaje importante del territorio forestal. Por otro lado, la alta densidad de población y la mala gestión cinegética han conducido asimismo a un deterioro en la calidad de las poblaciones de ciervo, reflejada en un desequilibrio importante de los sexos (con una elevada proporción de hembras frente a un número muy bajo de machos), y en un deterioro de la calidad física de los individuos, y en consecuencia de los trofeos. Además, el manejo actual sobre muchas poblaciones de ciervo produce un aumento de la consanguinidad en las poblaciones, tanto en las fincas cerradas con malla cinegética, como en las abiertas. En las cerradas, por la falta de renovación del material genético, y en las abiertas, por la escasez de machos reproductores respecto a hembras. El ciervo tiene una gran importancia cinegética en España, y es la pieza de caza mayor mas común después del jabalí. En torno al 40% de todos los ciervos matados oficialmente en España, se cazan en Andalucía. Recientes trabajos sobre el polimorfismo genético en el ciervo han hecho a la UICN recomendar el cuidado y protección de los ciervos ibéricos, ya que algunos autores empiezan a considerarlos como un taxón específico con
entidad propia.

Corzo (Capreolus capreolus)

El corzo es un cérvido con una amplia área de distribución en Europa y Asia Central. En la cuenca mediterránea el patrón de distribución de la especie se caracteriza por el fraccionamiento de las poblaciones y la tendencia a la disminución de los efectivos en las zonas más meridionales. En España el corzo se distribuye de forma homogénea a lo largo de los Pirineos, Cordillera Cantábrica, Montes de León y mitad norte del Sistema Ibérico, penetrando a lo largo del Sistema Central hasta las proximidades de Gredos. Hacia el sur aparecen poblaciones aisladas de corzos en los Montes de Toledo, Sierra Morena, y Sierras de Cádiz-Málaga.

El corzo es el cérvido europeo de menor tamaño, con pesos que oscilan entre los 20-30 kg para los machos, y con una altura a la cruz de 67-62 cm, similar para machos y hembras. En este rango, los corzos andaluces son los más ligeros y de menor alzada. Contrastando con el resto de los cérvidos, el corzo presenta poco dimorfismo sexual, siendo las poblaciones de Cádiz-Málaga las que muestran las diferencias mas acusadas entre machos y hembras. Los machos presentan cuernas con tres puntas y abundante “perlado”. El desmogue tiene lugar en el mes de noviembre. Los corzos adultos presentan una coloración uniforme, que se aclara en el vientre y la parte interna de las patas. Destaca la existencia de un escudo anal blanco con pelo erizable que rodea la rudimentaria cola.

corzo

La amplitud del área de distribución y la diversidad de biotopos que coloniza la especie determinan la existencia de una alta variabilidad morfológica y ecológica, lo que propicia la aparición de ecotipos o formas locales. Se ha descrito un ecotipo de corzo andaluz propio de las sierras de Cádiz-Málaga, típico del ambiente mediterráneo xerofítico, con diferencias significativas a nivel morfológico respecto a otras poblaciones españolas y europeas: coloración invariablemente gris a lo largo de todo el año, ausencia de babero blanco en el cuello, pequeño tamaño, dimorfismo sexual mas acentuado, y cráneos mas cortos y anchos, adaptados a una vegetación xerofítica mucho mas seca y dura.

Por otro lado, los resultados del primer estudio genético llevado a cabo sobre el corzo en España revelan la existencia de dos subpoblaciones en España, mitad norte y mitad sur peninsular, y evidencian el aislamiento genético de las poblaciones de Cádiz. La hibridación de las subpoblaciones y ecotipos identificados de corzo con ejemplares no autóctonos conduciría a la larga hacia la pérdida de adaptaciones que han tardado mucho tiempo en conseguirse, algo que a su vez acabaría repercutiendo negativamente en la calidad de los individuos de estas
poblaciones.

El corzo ocupa preferentemente áreas boscosas, que ofrecen cobijo y alimento. Frente a la plasticidad de otros cérvidos, como el ciervo y el gamo, el corzo muestra un comportamiento alimenticio muy selectivo, consumiendo preferentemente materia vegetal de alto valor nutritivo y bajo contenido en fibra. En Andalucía las poblaciones de corzo dependen en gran medida del estado de conservación en que se encuentren los barrancos (“canutos”) y los escasos puntos que permanecen con agua durante el verano. La presencia de elevadas densidades de ungulados tanto silvestres como domésticos también puede afectar negativamente al corzo. La principal medida para conservar las poblaciones de corzo en Andalucía es conservar en buén estado los habitats donde la especie vive.

El celo del corzo tiene lugar en los meses de julio-agosto, y las crías nacen en mayojunio; si bien el ciclo reproductor en las poblaciones de corzo del sur de España está adelantado aproximadamente en un mes con respecto al resto de las poblaciones europeas. Así, en las sierras de Cádiz-Málaga las crías nacen en abril-mayo, y el celo tiene lugar a finales de junio y durante la primera quincena de julio.

Uno de los rasgos más notables en la biología del corzo hace referencia a su reproducción, ya que es el único cérvido europeo que presenta un fenómeno de diapausa embrionaria; es decir, el desarrollo del embrión queda detenido tras la fecundación hasta finales de noviembre, cuando se inicia la gestación. La hembra normalmente da a luz dos crías, si bien en el sur de España la tasa reproductiva es mas baja (0.64 crías por hembra).

El corzo es en general una especie de hábitos solitarios, si bien las condiciones del habitat, a través de la distribución de recursos y la disponibilidad de refugio, pueden determinar comportamientos más gregarios. El macho establece y defiende un territorio mediante un marcaje olfativo a través de sustancias químicas liberadas por las gládulas odoríferas situadas en la frente, junto a los ojos, en el pie posterior, y entre las pezuñas delanteras. El marcaje se realiza frotando la cabeza y cuernas contra la vegetación y escarbando en el suelo, y tiene lugar especialmente durante el descorreo de la cuerna y en el periodo de celo.

En los países centroeuropeos el corzo constituye la principal pieza de caza. En España se caza legalmente entre un 1% y un 17% de las existencias, según las áreas de caza y las poblaciones.

Gamo (Dama dama)

El gamo es un cérvido de mediano tamaño (peso medio de 58 kg para los machos en Doñana). En verano los gamos presentan un pelaje pardo-rojizo con conspícuas manchas blancas en los flancos, y vientre blanco; en invierno el pelaje es mas grisáceo y las manchas menos patentes. Son características de la especie las cuernas planas de los machos, que se renuevan cada año a finales de marzo, principio de abril. También es característico el conspicuo escudo anal: blanco, enmarcado por dos líneas negras, y cruzado por la cola, negra en el centro y blanca en los bordes.

El gamo es una especie originalmente mediterránea, que ha colonizado nuevas áreas de distribución gracias a numerosas introducciones. En Andalucía, a finales del siglo pasado se encontraban poblaciones en estado salvaje en Sierra Morena. A principios del siglo XX fue introducido en Doñana, y posteriormente ha sido introducido con fines cinegéticos en algunos otros enclaves de Andalucía.

El gamo tiene una gran capacidad de adaptación al medio donde es introducido, aunque la disponibilidad de pastos (necesarios para su alimentación) condiciona sus opciones de hábitat. En Andalucía suele vivir en pinares o en dehesas abiertas de encinas mezcladas con zonas de matorral mediterráneo, siempre que haya claros con pastos. En Doñana ocupan las praderas del borde de la marisma. Su manejo debe ir acompañado de un adecuado plan de gestión que mantenga el equilibrio estructural de las poblaciones y evite el sobrepastoreo de la vegetación y la competencia con otras especies autóctonas.

gamo

Los gamos, al igual que los ciervos, viven en grupos unisexuales la mayor parte del año. Durante el celo (la “ronca”), que tiene lugar en la primera quincena de octubre, se forman grupos mixtos (harenes), que los machos defienden activamente mediante luchas. Las hembras paren una sola cría en mayo-junio.

Muflón (Ovis gmelini musimon)

Ungulado de tamaño medio (35-40 kg de peso medio para los machos), es el antepasado de algunas de las especies actuales de ovejas y carneros domésticos. Su pelaje es de color pardo, con manchas blancas en los flancos (solo en los machos), las patas, la cara y la región caudal. En verano son más claros que en invierno, y las manchas blancas desaparecen casi por completo. La grupa es clara, atravesada por la cola, oscura y corta.

El muflón tiene una gran capacidad de adaptación a diferentes tipos de hábitat, aunque prefiere medios de matorral y rocosos. Es una especie gregaria, cuyos grupos más grandes se forman en invierno, tratándose de grupos mixtos de machos y hembras. Los muflones (como la mayoría de los ungulados) son polígamos. El celo tiene lugar en octubre-noviembre, y los nacimientos ocurren en marzo-abril. Las hembras paren normalmente una sola cría.

muflon

El area original de distribución de la especie se situa en las islas de Córcega, Cerdeña y Chipre. A partir del siglo XVIII, el muflón de Córcega empezó a introducirse de forma masiva en la Europa continental y en otros paises del mundo. En España se empezó a introducir con fines cinegéticos a mediados del siglo XX.

La especie se encuentra amenazada en las islas de donde procede originalmente, pero sin embargo en las regiones donde ha sido introducido sus poblaciones están incluso en expansión.

Jabalí (Sus scrofa)

El jabalí es la especie de caza mayor más abundante en España y la más accesible para cazadores modestos. Como antepasado del cerdo doméstico, su aspecto recuerda al de éste, con cuerpo rechoncho, cuello corto, patas cortas, y cola también corta, terminada en un mechón de pelos negros. Se caracteriza por un pelaje abundante y espeso de color pardo sucio (con variedad de tonalidades), constituido por cerdas largas. Presenta un claro dimorfismo sexual, con machos notablemente mas grandes que las hembras, de cabeza mas ancha y caninos proporcionalmente mas grandes y curvados hacia arriba (denominados “colmillos”, “defensas” o “navajas”).

La especie presenta una amplia distribución euroasiática. Su tamaño disminuye hacia el oeste y el sur de dicha distribución. En España los machos no suelen superar los 120 kg. Los jabalíes mas pequeños se encuentran en Doñana (peso de los machos entre 54 y 80 kg). En los últimos 50 años el jabalí ha experimentado un incremento importante en toda Europa. La expansión de esta especie en toda la Península Ibérica ha tenido lugar desde los núcleos de mayor densidad de jabalíes, Pirineos Occidentales y Sierra Morena-Montes de Toledo, hacia las regiones adyacentes de menor densidad.

jabali

Han sido los cambios socioeconómicos en el medio rural los que han repercutido en un cambio en la fisionomía del paisaje y han propiciado la expansión del jabalí: éxodo de los habitantes de los pueblos a las ciudades, retracción de la ganadería extensiva, disminución en el aprovechamiento de leñas, menor trasiego por los montes, sustitución de la calefacción de madera por butano y carbón…, fenómenos todos que han contribuido a que los montes se muestren muy cerrados por una vegetación densa, de la que han sabido aprovecharse los ungulados silvestres como el jabalí. Las poblaciones de jabalí han crecido, pero no de forma equilibrada, debido principalmente a una inadecuada gestión cinegética. Actualmente las poblaciones de jabalí están constituidas en su mayor proporción por individuos jóvenes.

El jabalí es una especie adaptada a vivir en una gran variedad de medios, aunque es un animal preferentemente forestal. El agua es un elemento importante en su habitat, ya que la necesita tanto para beber como para tomar baños de barro. Por este motivo es frecuente encontrarlo junto a ríos, lagunas y marismas. El jabalí es una especie sin amenazas a su conservación, pero con problemas asociados a la misma debido a los daños (en ocasiones cuantiosos) que producen con sus hozaduras en los cultivos.

La unidad social del jabalí es el grupo matriarcal o “piara”, constituida por una o varias hembras con su descendencia. Los machos tienden a ser solitarios. El celo tiene lugar entre octubre y enero, con un pico en noviembre. Los partos tienen lugar entre enero y abril, con un pico en marzo. Si las condiciones son favorables, se puede producir un segundo parto en otoño. El tamaño de camada depende del peso de la hembra y de la disponibilidad de alimento. En España la media de camada está en torno a las 4 crías.

El Arrui (Ammotragus lervia).

El arrui, bóvido originario del Norte de Africa, se puede considerar el último ungulado exótico introducido en la fauna cinegética española de forma oficial. Su implantación, rápido crecimiento y expansión marcan el interés que representa esta especie en la composición venatoria y en la variedad de trofeos que podemos encontrar en nuestras tierras.

Esta especie se puede describir como un bóvido robusto, cuyos machos llegan a superar los 100 kg de peso, y se puede considerar un taxón intermedio entre la cabra y el muflón. El color del pelaje es pardo arenoso claro o color arcilloso y como característica relevante presenta unas barbas bien desarrolladas en los machos colgando de la garganta el cuello y las patas anteriores. Las hembras son más pequeñas y con cornamentas menos desarrolladas.

Las medidas morfológicas medias más representativas son:

  • Altura en la Cruz: 1100 cm en los machos y 900 cm en las hembras.
  • Longitud cuerna: 800 cm en los machos y 400 cm en las hembras.
  • Peso: 115 kg en los machos y 70 kg las hembras.

Presenta un claro dimorfismo sexual, aunque la diferencia morfológica entre sexos es difícil en los animales juveniles, teniendo que recurrir al comportamiento. A partir de ejemplares subadultos, los machos se diferencian de las hembras en que presentan cuernos mas voluminosos, la separación entre las bases del cuerno son mucho menores, las quillas son marcadas en los machos y los mechones de pelo tanto en el cuello como en el pecho son muy abundantes en los machos y casi nulos en las hembras. Se puede decir que los dos sexos presenta cornamenta que puede evaluarse como trofeo.

Los partos, después de 160 días de gestación se producen entre enero y julio, concentrándose mas del 65 % de los partos en el mes de marzo. El número de crías normal es dos, aunque podemos encontrar de forma frecuente tres crías en un parto.

Su introducción en España se produjo en 1970 en Sierra Espuña (Murcia), y a pesar de la costosa adaptación inicial mientras estuvo en cercados, el crecimiento y la expansión de esta especie ha sido asombrosa tanto desde una forma natural (ya ha colonizado las sierras mas importantes del sur de Alicante, y las sierras del norte de la provincia de Almería desde Sierra María hasta la Sierra de las Estancias, además de sierras de Granada y Jaén, compitiendo directamente con la cabra montés), como de forma artificial a partir de traslocaciones artificiales. Se puede decir que se encuentra en mas de 10 provincias españolas en cotos privados mayormente, Se puede destacar la introducción de esta especie a primeros de los setenta con ejemplares de los cercados de Sierra Espuña en la Isla de la Palma, en lo que hoy se considera el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, donde se encuentra en expansión a pesar del control que se realiza sobre dicha población.

La historia de las poblaciones de Arrui de Sierra Espuña han estado muy limitadas a las informaciones oficiales y se tiene constancia de la evolución del tamaño. La introducción inicial fue de 5 machos y 4 hembras en 1970, 3 machos en 1971 y 4 hembras en 1972 del Zoo de Casablanca y 8 machos y 12 hembras provenientes de Franfurt y Main en 1970 (Ortuño & de la Peña, 1979).

En los primeros cercados de aclimatación hay una alta mortalidad (3 machos y una hembra, además de un alto porcentaje (80 %) de crías nacidas dentro de los corrales). En el año 1981 se tiene un censo de 750 animales, aunque posteriormente se detecta un retroceso en la población en los años 85. Posteriormente en los años 1991 se censan casi 2000 ejemplares de arrui, aunque posteriormente por efecto de la sarna se diezma la población por segunda vez, lo que mantiene la misma en unos límites de densidad asumibles y las licencias de caza por debajo de los 90 ejemplares a pesar de las solicitudes realizadas y el interes por esta especie entre los cazadores.

El tercer intento o estrategia de supervivencia que utiliza la población de arrui es la dispersión de la misma a sierras y provincias limítrofes, de tal forma que la población mas importante se puede decir que se encuentra en la Sierra de Aitana en Alicante y que la expansión avanza de forma notable hacia el sur de la provincia de Almería.

Fdo: Jesus Jimenez Casado
www.jimenezconsultor.es

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